El viento sopla fuerte hoy:
trae consigo rumores amargos.
Cada palabra es un cuchillo
que, afilado, se clava profundo.
Lleva un ritmo desigual,
ataca cuando menos lo esperas.
No le gusta, no es su tarea.
Él sólo quiere volar,
volar libre.
Sin cargas, sin ataduras,
sin palabras nocivas
a los oídos de los que
únicamente lo escuchan pasar.
Con sus manos, acaricia sus mejillas.
Con su llanto, revuelve los cabellos.
Con su sonrisa agita los árboles
al compás de las obras de Verdi.
No hay barreras, no hay metas.
Su destino es infinito,
su tarea esencial.
Por eso las gentes alzan la vista
a su paso, por eso le oyen cantar.
Su lengua afilada no importa
si trae después una bella melodía.
Al amanecer corre frío,
siempre tiene prisa por llevar
su mensaje, bueno o malo,
a los que estén dispuestos a escuchar.
Esto me recuerda la envidia que mucha gente le tiene al viento, incluida yo, por poder ser libre y volar a su ritmo sin nada que lo pueda detener.
Escrito por Aroa a las 27 de Abril 2004 a las 10:02 PMYo me incluyo también en esa gente.
De quién es el poema?
El poema es mio! =)
Bergaes
wow! en serio? pues me encanta como escribes!
Besos
wow! en serio? pues me encanta como escribes!
Besos