23 de Mayo 2004

En el muelle

Amarrado al muelle de la desesperación,
con la respiración entrecortada
cual agua helada asciende al nivel de la cintura
provocando un fuerte escalofrío,
notaba cómo el atronador silencio
cortaba sus lágrimas hasta hacerlas desaparecer.

Seguía esperando el último barco
mantenido por la fuerza de la esperanza,
con la ilusión de navegar lejos de ese puerto
para comenzar una nueva vida.

Aunque lo intuía,
no quería darse cuenta de que su barco
zarpó hace ya tiempo,
y que su vida anterior le esperaba
detrás de las fronteras del puerto abandonado.

Tarde o temprano,
los recuerdos llamarán a su puerta
con la intención de ser superados.

Pero, si huye,
si no los deja volver,
le perseguirán para siempre.

No se puede huir eternamente,
y, menos, de uno mismo.

Escrito por berges a las 23 de Mayo 2004 a las 08:13 PM
Comentarios

Precioso!
Q difícil es asimilar q esos bonitos recuerdos ya pasaron,pero nos quedan por vivir muchos y mejores!Sigue así wapisima.
Tengo ganas de verte!

Escrito por Emma a las 24 de Mayo 2004 a las 09:39 PM

Sabemos y tenemos presente que nos quedan muchas cosas por vivir, pero tambien sabemos que la vida se va haciendo dificil con el tiempo porque los recuerdos se van acumulando y no se pueden borrar de la mente.

Escrito por Aroa a las 31 de Mayo 2004 a las 09:39 PM
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