12 de Febrero 2004

Una chispa de humor

Pepe melenas: el terror de las nenas


Pepe era un niño monísimo y atractivo. Todos lo miraban cuando iba de la mano de su madre paseando por la calle. Siempre le decían: “Pepito, guapo, tú serás un modelo excelente”.

Pero a los siete años sus cejas comenzaron a crecer descomunalmente. Los siete son la edad en la que uno empieza a definir sus amistades, y Pepito quedó completamente solo debido a su problema de pelo. Sus compañeros de clase se reían de él inventando cada día un nuevo apodo que hería los sentimientos de nuestro pequeño amiguito. Ejemplos de la crueldad de estos niños son “uniceja” o “cejota”, entre otros.

Así pasó el tiempo y Pepe se convirtió en un joven adolescente al que sorprendió el amor. Casualmente se fue a fijar en Rosita, la novia súper pija del peor enemigo que Pepito tuvo jamás: Juanma. Ya se sabe que a los catorce años es una simple fijación en una persona del sexo opuesto para llamar la atención y experimentar, pero a nuestro personaje la edad del pavo le vino con retraso y aún le duraba. Escribía poemas dedicados a Rosa, pasaba el día en Cancún pensando en ella…vamos, que estaba atolondrado y ella no sabía ni cómo era su cara, obviamente porque nunca la había visto ya que sus cejas cubrían la mayor parte de su rostro.

Pepe pensó seriamente en depilarse la mata de pelo que tenía por cejas, pero resultó ser alérgico a la cera y las cremas depilatorias, y su madre se negó rotundamente a depilarle con pinzas pelo por pelo, ya que declaró, (y cito textualmente):
-“Pepe, hijo, que no tengo tiempo para domar esa melena salvaje”.

¿Cruel? Sí, bueno, pero también muy cierto. Su madre le abrió los ojos: “Si Dios me ha dado pelo como para jubilarme a base de hacer pelucas, he de enseñárselo al mundo”.

Y de este modo decidió que de mayor sería modelo. Buscó y buscó representante, y al fin encontró a Juanele, que era un poco impresentable pero vendía muy bien la imagen de la gente. Tan bueno era, que a las dos semanas consiguió a Pepe un trabajo como modelo de un producto crecepelo.

Se hizo famoso por su valentía y la naturalidad de sus cabellos. Pasó de Rosita, la chica por la que tanto suspiró cuando era un marginado, y se fugó a las Vegas con una actriz rubia muy cotizada y rica de Hollywood. Hoy en día vive en una mansión de Miami y es perseguido a todas horas por los paparazzi.

Y así acaba la historia de este niño tan valiente que se ha hecho de oro a base de pelo. ¿Queréis saber su nombre artístico? “Pepe melenas”, un magnífico nombre para unas magníficas cejas.

Bergaes 2001

Escrito por berges a las 12 de Febrero 2004 a las 01:46 AM
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