27 de Febrero 2004

Adiós, febrero

El puerto amanece con ojitos tristes:
su querida noche se desvanece.
El alba inunda de luz
las clandestinas calles.
Un joven pescador suelta amarras,
para encontrarse con la inmensidad del mar.
Nunca falta a su cita diaria.
No puede; no quiere.
El silencio le acompaña a cada movimiento,
mientras el viento le susurra al oído
qué ruta es la más adecuada.
Las gaviotas lo escoltan unos kilómetros,
mientras el sol va tostándole la piel,
ya castigada por la dureza de las aguas.
Hace tiempo que no le sorprende un temporal:
cada día conoce mejor a su compañero de fatigas.
No pretende más, es feliz así.
Sólo quiere despedirse de febrero como cada año:
con el mar, su soledad y la sensación de que
siempre fue un mes especial.

Escrito por berges a las 27 de Febrero 2004 a las 04:43 PM
Comentarios

Que, como el joven pescador, seamos capaces de ser felices con lo que tenemos.

Escrito por Dorian a las 27 de Febrero 2004 a las 10:22 PM
Escribir un comentario









¿Recordar informacion personal?