Ayer no fue un buen día, tampoco malo. Simplemente lluvioso, engañoso.
A todos nos molesta que nos mientan, sobre todo las personas en quienes confiamos. Una mentira significa una pequeña traición. Nos hiere y provoca inseguridad: ¿Por qué a nosotros? ¿Es que hemos hecho algo que la merezca?
Hace poco leí un libro que enfoca este problema desde otra perspectiva. Sugiere que nos atribuimos la culpa cuando en realidad no es nuestra, sino de la persona que nos miente. Es ella la que debería reflexionar acerca de su acto, analizar los motivos por los que nos ha mentido. Más que culpa por nuestra parte, es lástima lo que sentiríamos si viésemos las cosas de este modo.
Es triste que una persona tenga que mentir, porque demuestra su falsedad y poca lealtad hacia los otros. En realidad no cuenta una mentira, sino que acaba por vivir algo que no existe.
Mentiras no, gracias. Yo soy real.
Escrito por berges a las 26 de Febrero 2004 a las 07:30 PMGran verdad,y gran mentira a la vez.El mundo ideal no existe,hemos de sobrevivir a la mentira,nos gusten o no foman parte del mundo en el que vivimos,son una realidad mas.Imnunizarse ante ese echo.como ante todos los demas,antes de que nos crujan a palos...No sobrevive el mas fuerte,si no el mas flexible.
Escrito por myry a las 26 de Febrero 2004 a las 11:52 PM