27 de Febrero 2004

Adiós, febrero

El puerto amanece con ojitos tristes:
su querida noche se desvanece.
El alba inunda de luz
las clandestinas calles.
Un joven pescador suelta amarras,
para encontrarse con la inmensidad del mar.
Nunca falta a su cita diaria.
No puede; no quiere.
El silencio le acompaña a cada movimiento,
mientras el viento le susurra al oído
qué ruta es la más adecuada.
Las gaviotas lo escoltan unos kilómetros,
mientras el sol va tostándole la piel,
ya castigada por la dureza de las aguas.
Hace tiempo que no le sorprende un temporal:
cada día conoce mejor a su compañero de fatigas.
No pretende más, es feliz así.
Sólo quiere despedirse de febrero como cada año:
con el mar, su soledad y la sensación de que
siempre fue un mes especial.

Escrito por berges a las 4:43 PM | Comentarios (1)

26 de Febrero 2004

Días de lluvia

Ayer no fue un buen día, tampoco malo. Simplemente lluvioso, engañoso.

A todos nos molesta que nos mientan, sobre todo las personas en quienes confiamos. Una mentira significa una pequeña traición. Nos hiere y provoca inseguridad: ¿Por qué a nosotros? ¿Es que hemos hecho algo que la merezca?

Hace poco leí un libro que enfoca este problema desde otra perspectiva. Sugiere que nos atribuimos la culpa cuando en realidad no es nuestra, sino de la persona que nos miente. Es ella la que debería reflexionar acerca de su acto, analizar los motivos por los que nos ha mentido. Más que culpa por nuestra parte, es lástima lo que sentiríamos si viésemos las cosas de este modo.
Es triste que una persona tenga que mentir, porque demuestra su falsedad y poca lealtad hacia los otros. En realidad no cuenta una mentira, sino que acaba por vivir algo que no existe.

Mentiras no, gracias. Yo soy real.

Escrito por berges a las 7:30 PM | Comentarios (1)

24 de Febrero 2004

Deseos

Es increíble la cantidad de ideas que se vienen a la cabeza cuando uno no puede conciliar el sueño. Vueltas y vueltas en la cama acompañadas de un gran aburrimiento que nos llevan a analizar situaciones que hemos vivido, ya sean lejanas o tan recientes que aún nos quedan marcados los sentimientos que produjeron.

Pero también hay un rinconcito reservado para los deseos: no sólo analizamos situaciones reales, sino que imaginamos todo tipo de lugares, personas y cosas que anhelamos y añoramos en nuestra vida cotidiana.

En ocasiones estos pensamientos se confunden con sueños, y entonces nuestro mayor deseo se transforma en no despertar nunca.

En fin, son sueños, sólo eso.

Escrito por berges a las 8:27 PM | Comentarios (2)

22 de Febrero 2004

Extraños

Una mirada penetrante de alguien extraño en el metro te hace sentir, por lo general, intimidado. No nos gusta que nos observen fijamente sin conceder previa autorización mediante un gesto u otra mirada. Nos da pánico pensar que otra persona pueda leer nuestros pensamientos más secretos y ocultos. No, son nuestros y sólo para nosotros. En todo caso, yo decidiré si compartirlos o no contigo.

Ahí está la gracia, ¿no? En poder o no decir lo que quiero y cuando quiero. Si no fuera así, ¡qué vida más aburrida!

Decidido: a partir de ahora no bajaré la mirada ante un extraño.

Escrito por berges a las 9:41 PM | Comentarios (0)

18 de Febrero 2004

Opciones

Un día cualquiera en una vida normal, marcada por incentivos que nos ayudan a levantarnos por la mañana.

A cada incentivo va ligada una obligación, probablemente no elegida e impuesta por otras personas. No nos paramos a pensar en lo que realmente queremos para un futuro inmediato. Pensamos en unos años, meses, semanas… ¿Y ahora? ¿Qué quiero ahora?

Supongo que preferiría una alternativa en la que, por lo menos, sea yo la que elija las responsabilidades que estoy dispuesta a asumir, porque ya se sabe: “sarna con gusto, no pica”.

En cualquier caso, esto supone independencia, comenzando por la económica. Así que seguiremos haciendo lo que hasta ahora, sólo que con la nueva motivación de grandes cambios que traerá una nueva responsabilidad: “MI” responsabilidad.

Escrito por berges a las 12:38 AM | Comentarios (0)

16 de Febrero 2004

Cosas que olvidé

Una palabra: una canción.
Una imagen: una sonrisa.
El tiempo pasa y no recuerdo,
no recuerdo todo lo que quisiera.
Esas pequeñas cosas,
que me hacían sonreir,
ahora son lejanas.
Tardes enteras en la calle,
que fueron las mejores
en compañía de los de siempre.
Atardeceres en la playa
y largas siestas bajo la mirada de otros.
Noches mirando la luz de un faro,
luz de esperanza para barcos
que se guían por las estrellas.
Canciones improvisadas,
guitarra en mano
y a media voz
para no despertar a extraños.
Paseos a media tarde
que se hacen eternos.
Un café que dura horas…
No recuerdo todo lo que quisiera,
pero todo lo que recuerdo es lo que quiero.

Escrito por berges a las 5:59 PM | Comentarios (0)

15 de Febrero 2004

Paredes altas


Tropezar es como una gran pared que llevamos viendo mucho tiempo. Como no nos gusta, desviamos la mirada hacia otro lado.

No podemos evitarla, sabemos que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a ese obstáculo. La pared cada vez está más próxima, y será entonces cuando caigamos en la cuenta de que ignorarla es más difícil de lo que en principio imaginamos.

Al llegar, y ante la detención implacable que la pared exige, nos vemos obligados a aceptar su existencia y buscar la mejor solución para atravesarla.

En ocasiones, la pared no desaparece, porque hay personas que no la atraviesan, simplemente escogen el camino más fácil rodeándola como una forma provisional de ganar tiempo.

Lo cierto es que a todos nos espera un muro alto que atravesar, y probablemente no será el único.

Escrito por berges a las 3:59 PM | Comentarios (0)

12 de Febrero 2004

Una chispa de humor

Pepe melenas: el terror de las nenas


Pepe era un niño monísimo y atractivo. Todos lo miraban cuando iba de la mano de su madre paseando por la calle. Siempre le decían: “Pepito, guapo, tú serás un modelo excelente”.

Pero a los siete años sus cejas comenzaron a crecer descomunalmente. Los siete son la edad en la que uno empieza a definir sus amistades, y Pepito quedó completamente solo debido a su problema de pelo. Sus compañeros de clase se reían de él inventando cada día un nuevo apodo que hería los sentimientos de nuestro pequeño amiguito. Ejemplos de la crueldad de estos niños son “uniceja” o “cejota”, entre otros.

Así pasó el tiempo y Pepe se convirtió en un joven adolescente al que sorprendió el amor. Casualmente se fue a fijar en Rosita, la novia súper pija del peor enemigo que Pepito tuvo jamás: Juanma. Ya se sabe que a los catorce años es una simple fijación en una persona del sexo opuesto para llamar la atención y experimentar, pero a nuestro personaje la edad del pavo le vino con retraso y aún le duraba. Escribía poemas dedicados a Rosa, pasaba el día en Cancún pensando en ella…vamos, que estaba atolondrado y ella no sabía ni cómo era su cara, obviamente porque nunca la había visto ya que sus cejas cubrían la mayor parte de su rostro.

Pepe pensó seriamente en depilarse la mata de pelo que tenía por cejas, pero resultó ser alérgico a la cera y las cremas depilatorias, y su madre se negó rotundamente a depilarle con pinzas pelo por pelo, ya que declaró, (y cito textualmente):
-“Pepe, hijo, que no tengo tiempo para domar esa melena salvaje”.

¿Cruel? Sí, bueno, pero también muy cierto. Su madre le abrió los ojos: “Si Dios me ha dado pelo como para jubilarme a base de hacer pelucas, he de enseñárselo al mundo”.

Y de este modo decidió que de mayor sería modelo. Buscó y buscó representante, y al fin encontró a Juanele, que era un poco impresentable pero vendía muy bien la imagen de la gente. Tan bueno era, que a las dos semanas consiguió a Pepe un trabajo como modelo de un producto crecepelo.

Se hizo famoso por su valentía y la naturalidad de sus cabellos. Pasó de Rosita, la chica por la que tanto suspiró cuando era un marginado, y se fugó a las Vegas con una actriz rubia muy cotizada y rica de Hollywood. Hoy en día vive en una mansión de Miami y es perseguido a todas horas por los paparazzi.

Y así acaba la historia de este niño tan valiente que se ha hecho de oro a base de pelo. ¿Queréis saber su nombre artístico? “Pepe melenas”, un magnífico nombre para unas magníficas cejas.

Bergaes 2001

Escrito por berges a las 1:46 AM | Comentarios (0)

Sueños


Se despertó aturdida. Había tenido una pesadilla de las que dejan mal sabor de boca.

Sentada en el borde de la cama, a oscuras y con la mirada fija en la vieja estantería que apenas podía distinguir, recordó una flor que viajaba sumida en las aguas de un riachuelo. Era preciosa, desprendía luz. Parecía que ni rozaba el agua, aunque era arrastrada por la corriente.

El otoño era evidente: hojas secas, árboles medio desnudos, amarillos y ocres por todas partes…

Decidió seguirla río abajo sin saber muy bien por qué. Caminaba muy cerca de ella oyendo el crujido de las hojas bajo sus pies.De pronto la flor se detuvo al tropezar con una roca que le impedía seguir su camino: dejó de navegar.

Un niño se acercó por la orilla contraria. La recogió y se la acercó a la cara para olerla mientras clavaba sus ojitos grises en ella. Sonrió. Posó la flor de nuevo en el agua y, corriendo, se alejó de allí.

La chica despertó otra vez. Abrió la ventana y respiró profundamente. Algo la sorprendió: un pétalo en el marco de la ventana. Recordó al niño y le devolvió la sonrisa.

Escrito por berges a las 1:09 AM | Comentarios (1)

Triste despedida

No pudo mirarle a los ojos. Lloraba. Las lágrimas resbalaban por su rostro hasta empapar lentamente su mano.

Él la miraba fijamente intentando encontrar una explicación convincente a la decisión que acababa de comunicarle. El silencio hacía que los segundos fueran horas.

¿Acaso no pintaba nada en su vida? Al menos podría haberlo consultado con él.

No, no te engañes. Ella siempre pensó que lo nuestro no duraría. Fue un mero entretenimiento, un escape a la rutina.

-“Se va, se me escapa sin poder evitarlo delante de mis narices”.

En un principio se sintió culpable, pero cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que ella nunca fue suya. En el fondo siempre presintió que este momento llegaría.

No le dijo adiós, la despedida era tan inminente que no merecía la pena malgastar palabras. Abrió la puerta, y mirándola por última vez, se marchó con un sabor agridulce y el corazón roto.

Escrito por berges a las 1:08 AM | Comentarios (0)

Mañanas en el parque

Todas las mañanas él bajaba al parque a dar de comer a las palomas. Miraba fijamente el estanque, alrededor del cuál se extendía una gran pineda. Pasada una hora, sacaba su tabaco, se liaba un cigarrillo y se lo fumaba de vuelta a casa.

No tenía otra cosa que hacer. Ya era mayor para andar inmiscuyéndose en la vida de sus hijos. Había centrado su educación en procurar que desarrollaran al máximo su independencia para poder vivir tranquilo y no tener que estar pendiente de nadie más que de él mismo.

Ahora que ese momento había llegado y su vena independentista estaba agotada, la única cosa que le consolaba era saber que siempre fue dependiente de algo…

…dependiente de la vida.

Escrito por berges a las 1:02 AM | Comentarios (0)